Claves para una integración efectiva de un Sistema de Seguridad y Salud en el Trabajo (SST)2/17/2020 Un día común, un trabajador, asistió a su centro de trabajo como lo hacía normalmente. Preparó su lugar de trabajo, y comenzó la tarea que llevaba realizando por los últimos 30 años (mantenimiento a subestaciones eléctricas). Después de 15 minutos de haber iniciado, recibió una descarga de 45,000 Volts. El trabajador, tenía la experiencia y el conocimiento necesario para llevar a cabo su actividad, pero la falta de un proceso efectivo para el control de la energía, dio lugar al accidente. Durante el análisis de causa raíz se encontraron varios aspectos de seguridad que no se cumplieron, entre ellos, la falta de una planeación efectiva, se omitió un cambio en la instalación que mantendría energizado el circuito, el resto, fueron sólo consecuencias. El hombre, llegó vivo al hospital, pero el 31 de Diciembre, fue declarado sin vida a causa de las lesiones. Los accidentes y enfermedades de Trabajo han dado origen a la necesidad de administrar e implementar acciones necesarias para evitarlos y sin lugar a duda, es la preocupación principal de quien administra la Seguridad y Salud de un Centro de Trabajo (SST), pero, esta tarea se vuelve difícil, estresante, preocupante y complicada por muchas razones; entre ellas, por no contar con una estructura que permita administrar todos los aspectos de la Seguridad y Salud o bien, quienes ya cuentan con una estructura administrativa, lo hacen de forma independiente al resto de la organización. En esta ocasión, quisiera tratar el segundo escenario, es decir, cuando el esfuerzo de administrar todos los aspectos de Seguridad y Salud en el Trabajo (SST), se llevan a cabo de forma "independiente" dentro de la organización y que por ello, los resultados que regularmente se obtienen, no son lo esperado. ¿Cuáles son las señales de una mala integración?
Si usted tiene un sistema implementado y se identifica con los aspectos antes mencionados, tal vez sea necesario hacer de nuevo un análisis de la estructura y forma en que fue integrado. Pudiera seguir mencionando otros resultados no favorables, pero mejor me enfocaré en el proceso a seguir para lograr una integración de su Sistema de Gestión de la SST, al resto de la organización. ¿Cómo integrar eficazmente su Sistema de Gestión de la SST al resto de su organización? Cual sea la forma en que usted administre los aspectos de SST en su centro de trabajo, usted puede iniciar el proceso de integración, y, para que este proceso sea efectivo, le sugiero considerar las siguientes recomendaciones:
El proceso requiere de un gran compromiso, persistencia, liderazgo, una excelente comunicación, seguir una metodología y conocimiento en el sistema de integración. Recuerde, se trata de una tarea en equipo, si podemos ayudarle en este proceso, contáctenos, estamos para servirle, con gusto le atenderemos.
Sobre el autor: Alejandra Fernández es Ing. Industrial, con 14 años de experiencia en Seguridad Laboral en industrial aeroespacial, 3 Diplomados (SST, Administración de Proyectos, Protección Civil), 5 Certificaciones Conocer. Ha brindado 3 Diplomados en SST y más de 1000 cursos de Seguridad. Ha sido invitada por la STPS como ponente en la Semana de Seguridad con temas sobre Trabajo en Alturas y Seguridad Eléctrica.
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Por Fernando Barba Estas épocas de fin e inicio de año están llenas de tradiciones, remembranzas y sobre todo buenos deseos para el futuro y nos llevan a reflexionar sobre lo que hicimos o no hicimos, sobre dónde estamos y a dónde queremos llegar; pero olvidamos preguntarnos cómo vamos a hacer para llegar a donde queremos. Este suele ser el eslabón perdido entre nuestros buenos propósitos y el llegar a cumplirlos. No pensar en cómo lograremos algo sucede muy a menudo al plantear nuestras metas personales y también familiares, y qué decir de las laborales. Les comparto una de mis últimas experiencias, donde un reto de 6 días me permitió aprender muchas cosas, más de las que yo hubiese imaginado. El reto era llegar a la cima de 3 montañas en 6 días, dos de ellas las mas altas de México. ¡Que grandes lecciones me dio este reto! Recuerdo muy bien las palabras de Israel, nuestro guía de montaña, al momento de darnos las indicaciones finales (aunque parecían advertencias) antes de emprender el ascenso al Pico de Orizaba (00:30 horas). Nos dice: Este es un gran reto, que, como cualquier reto demandante, les exigirá salir de su zona de confort; no estarán haciendo lo que normalmente hacen en casa; no tendrán las comodidades de casa; tendrán frio y yo no puedo hacer nada por ustedes en ese aspecto, sino solo les puedo indicar la vestimenta apropiada para las condiciones que vamos a enfrentar. La condición física y mental es de ustedes, yo no se las puedo dar. Yo les proporcionaré las herramientas, pero ustedes las llevarán cargando. Seguiremos un ritmo constante, nadie se separa del grupo, es trabajo en equipo; recuerden que vamos encordados uno a otro. Fijen su concentración en la meta, en el glaciar no puede haber distracciones, manténgase siempre enfocados en el equipo y en la cima; y recuerden, la cima es solo la mitad del camino; lo más demandante empieza una vez conquistada la cima. Primera Lección: La cima es la mitad del camino He experimentado en carne propia las consecuencias de no ver la cima como el punto medio. Aun es necesario descender para lo que se requiere de un esfuerzo y una concentración aún mayores. Este sin duda es un error muy común entre los que escalamos montañas, ya en la cima estás descansando, contento, en un lugar placentero que te permite ver paisajes espectaculares; ¡Lo has logrado! Sí, pero llegaste solo a la mitad de tu camino. Aún falta el descenso. Por eso nuestro guía nos dijo una vez que llegamos a la cima: “15 minutos y bajamos”. Él entendía muy bien que queríamos apreciar el paisaje, disfrutar el haber logrado aquella hazaña y tener un descanso después de una jornada de gran esfuerzo y concentración. Pero también sabía que ese tiempo sin estar en movimiento podía significar el quedar congelados en el glaciar en la cima de la montaña. Así que había que continuar nuestro camino, completar la hazaña. Nada como un buen líder que no permite que su equipo pierda el enfoque hacia los objetivos importantes, los que verdaderamente trascienden. Segunda Lección: Todos vamos encordados Otra gran lección fue vivir en la montaña lo que en realidad significa “ir encordado”; creo nunca como allí comprendí lo que significa trabajo de equipo y liderazgo; Cuando vas encordado eres parte activa del logro, pero también del riesgo que representa el amarrarte con otras personas, por lo que cada miembro del equipo debe estar completamente preparado para el reto y comprometido con el equipo. No olvidemos que no por estar juntos significa que haces equipo. Nuestro líder nos había advertido antes de iniciar el ascenso: “Seguiremos un ritmo constante, nadie se separa del grupo, es trabajo en equipo; recuerden que vamos encordados uno a otro”. Esto demanda un fuerte y sincero compromiso de todos los integrantes para mantener el ritmo y para animar al que quiere detenerse a media ruta o peor aún, regresarse poniendo en peligro a todo el equipo por no entender lo que es ir encordados. Todos dependemos unos de otros, unos aportan más y otros menos, pero todos aportamos porque en la montaña el compromiso es primero con el equipo y luego con uno mismo. Tercera Lección: Lo que produce el logro Algo que experimentamos cada una de las personas que fuimos a estas montañas al regresar a casa fue algo muy particular y anecdótico; Nos reunimos a cenar 5 días después, y buena parte de la conversación se centró en que durante estos 5 días todos estábamos pensando en el siguiente reto buscando mapas para montañas mas altas a las que habíamos ascendido, investigando sobre marcas de ropa mas apropiadas, evaluando las características de equipos, seleccionando rutas de sendero, etc. Todos teníamos el impulso de buscar nuevos retos producido por el logro que habíamos alcanzado juntos, saboreamos lo que fuimos capaces de hacer en equipo, hablábamos el mismo lenguaje con metas comunes y compartidas por lo que nos comunicábamos y entendíamos muy fácilmente. En mi equipo todos hicimos cima, todos estamos comprometidos y motivados por lo que vamos por una siguiente aventura. Sobre el autor:
El Ingeniero Barba, por los últimos 20 años ha sido Gerente General de Custom-Pak de México, empresa dedicada al moldeo de plástico por soplado para diversas aplicaciones, incluyendo la automotriz. Fernando es un entusiasta aficionado al montañismo. Las organizaciones que han decidido implementar un Sistema de Gestión de la Calidad basado en los requisitos de la norma ISO 9001:2008, se ven en la necesidad de establecer una Política de la Calidad y de asegurar que ésta sea comunicada y entendida por todo el personal en la organización. Sin embargo, es común observar enunciados de Política de la Calidad que no cumplen con su propósito y que resultan poco útiles para la organización y para la mejora continua de la eficacia de un sistema de gestión de la calidad (8.5.1, ISO 9001:2008) ISO 9000 nos da la siguiente definición de lo que es la Política de la Calidad:
Utilizaré un ejemplo para tratar de explicar esta definición de la Política de la Calidad. Imagine que usted pertenece a la tripulación de un barco velero. Todos están listos para zarpar solo que el capitán no ha declarado hacia dónde se dirigirá el barco por lo que la tripulación no puede hacer otra cosa más que esperar. Por fin, el capitán anuncia el rumbo que habrá de tomar la nave y el destino al que intentarán llegar. Entonces la tripulación se pone a trabajar para salir del muelle, las velas se izan, el timón se orienta en la posición correcta, se leva el ancla, se sueltan los amarres y el barco empieza a moverse y a dirigirse hacia el destino declarado por el capitán “La Isla de la Satisfacción del Cliente”. Esa declaración representa la Política de la Calidad y el barco representa el Sistema de Gestión de la Calidad que los llevará a ese destino tan importante. Sin un destino claro (intención) y sin un rumbo definido (orientación) declarado por el Capitán (alta dirección) la tripulación (personal) no puede ser lo productiva que pudiera ser, el barco (Sistema de Gestión de la Calidad) no se mueve (no produce clientes satisfechos) y el propósito de esa organización no se cumple. Las organizaciones que se “lanzan a la mar” sin un destino y una orientación claramente definidos y entendidos por la tripulación, seguro naufragarán, recursos se desperdiciarán, la tripulación se desmotivará y algunos hasta querrán abandonar el barco pues sus esfuerzos no logran tener fruto. Un enunciado claro y preciso de la Política de Calidad ayudará a la organización a orientar y dirigir mejor sus esfuerzos facilitando el que todo el personal colabore y trabaje en pos de un mismo objetivo, la satisfacción del cliente. ¿Cómo puedo saber si vamos en la dirección correcta? En un próximo artículo trataré de explicar la importante relación que debe existir entre la Política de la Calidad y los Objetivos de la Calidad. |